"Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres" 1 Cor 7:23
No hay mejor expresión que defina el ser esclavo: Teníamos un precio, y Jesús pagó ese precio... ahora somos de su propiedad.
En los evangelios no se habla tanto de ser esclavo de Jesús, porque es algo obvio. Cuando confieso a Jesús como mi Señor, al mismo tiempo me confieso a mí como esclavo!
El esclavo es aquel que depende al 100% de su Señor; su vida pertenece completamente a su Señor. Hay lealtad absoluta, obediencia absoluta, dependencia absoluta.
Pero, Jesús, además, desea discípulos... y quiere que nosotros seamos discípulos suyos.
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del hijo, y del Espíritu Santo" Mateo 28:19
Un discípulo es alguien que desea imitar a su maestro. El primer paso para ser discípulo, o imitador de nuestro maestro Jesucristo, es amar y tener paz con el otro.
"Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a tí mismo" Gal 5:14
Toda la ley, todos los mandamientos dependen de 2 órdenes: amar a Dios y amar al prójimo. Y cuando uno habla de prójimo, habla de "próximo"... la persona que está a tu lado, tu familia, la gente... Si amo a mi hermano, estoy amando a Jesús, porque Jesús está dentro de mi hermano y amo la forma en que el Señor se manifiesta a través de él.
"Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida" 1 Tim 1:5
El ser esclavo de Jesús es espectacular, porque escapa de toda forma de esclavitud que conozcamos. El ser esclavo de Jesús va más allá que cualquier otra idea de esclavitud, porque nuestro Señor nos hace hijos y nos da todas las características de sus hijos: el ser guiados por su Espíritu, el parecernos a Él. Nos adopta en su familia, nos llama "coherederos con Cristo", nos lleva al cielo desde donde gobernamos y reinamos!
Quien no quiere ser esclavo de este amo?
Seas grandemente bendecido(a)
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